martes, marzo 20, 2012

CAIDA DE SIRIA: LLAVE AL PLENO CONTROL ENERGETICO NORTEAMERICANO

CAIDA DE SIRIA: LLAVE AL PLENO CONTROL ENERGETICO NORTEAMERICANO
La llamada “Primavera árabe” no es más que un reverse a la historia de los pueblos árabes y musulmanes que empezó a forjarse a partir del final de la Segunda Guerra Mundial. Recordemos que después de ésta y con la decisiva participación de la desaparecida Unión Soviética en la misma y su luego apoyo a los movimientos de liberación en el mundo, surgieron las actuales naciones árabes y musulmanas. Antes, habían sido dominios, dependencias, simples colonias o territorios de potencias europeas.
La mal nombrada revolución ya triunfó en Túnez, Egipto, Libia y Yemen. En ningunos de estos lugares, podemos ver las bondades que trajo este movimiento para los pueblos de esos países. Todo lo contrario, si vemos interés de los pequeños sectores que se pusieron a disposición de los Estados Unidos y Europa, prestos a eliminar las reivindicaciones que allí se habían alcanzado y poner sus países y recursos a expensa de quienes ya los habían sometidos y los mantenían al acecho.
La desaparición del bloque socialista ha tornado a los Estados Unidos y a una Europa falta de identidad, groseros. Esta última actitud, la expresan a través de los organismos internacionales. Sin duda, estos se han convertido en titiriteros que dictan resoluciones, disposiciones y mandatos que obligan a los países pobres a mantenerse en el corral que el uno por ciento de la población norteamericana decide. Parece que estas imposiciones están encontrando barreras. La oposición rusa a los escudos antimisiles plantados en Europa y los vetos de China y Rusia a las resoluciones en contra de Siria, denotan el resurgir de contradicciones entre potencias.
Siria representa, en este momento, el fruto que debe caer, sino, que hay que tumbar. Esta se encuentra en un punto donde confluyen muchos intereses. Los más inmediatos son los de las más cercanas y ponderosas naciones: Irán e Israel. La primera, que trata de crearse su propio espacio, conocedora del complot que contra ella se urde. La segunda, está siendo un tumor en la zona y lejos de buscar construir su espacio, de forma magistral, personifica los intereses de otros Estados que están muy lejos y seguros de allí. Del apoyo externo y la tecnología que tiene es que hace gala de sus bravuconadas.
Otros intereses que encuentran su coincidencia en Siria son los Estados Unidos, Rusia y China. Sin duda, la potencia norteamericana es la que con más fuerza insiste en derrocar al gobierno de ese país. Para lograr ese objetivo se vale de fuerzas internas, de organizaciones y países árabes, de los organismos internacionales, de las voces de gobiernos que les son afines y de la parafernalia de los medios de comunicación que manipulan y hacen ver lo que a ellos les da la gana. Rusia, parece que tiene más intereses que la base naval en el Puerto sirio de Tartus. Estos se extienden a lo económico, militar y estratégico, por lo que podemos ver. China, por igual sabe, que el objetivo de las presiones es el control total de las vías de las fuentes energéticas del Cercano y Mediano Oriente. Esto pondría en peligro su desarrollo.
Mientras todos esos intereses se enfrentan, la población siria sufre, quien sabe cuántas cosas y, la mundial, presa de las informaciones sobre las maledicencias del presidente sirio Bashar al Asad, no encuentra que creer. En este conflicto que se atiza con las peores intenciones, las agencias de prensas y los analistas, juegan un papel estelar. A pesar de la gran telaraña mundial del internet, las opciones de perspectivas diferentes a las que estas empresas presentan son difíciles de accesar. La busca y no las encuentra. Su compromiso con el sector que manipula las informaciones, es descarado. Lo bonito es que no se personifica el autor de la información y que estas empresas se ponen de acuerdo para mentir. Por esto, pierden cuidado en que rechacemos sus informaciones.
La misma ONU y la Liga Árabe han demostrado lo que son: dos organismos cuyo menor interés es defender los intereses de las poblaciones; sino, refiérase a la situación de Arabia Saudí o a Bahréin. En esos dos lugares se les debió dar seguimiento a las luchas de sus pueblos por libertades. ¡No conviene tocar lo que pasa por allí! Los intereses norteamericanos se podrían en tela de juicio y eso no se debe!
Con el descrédito que tienen los organismos internacionales manipulados por los Estados Unidos, se hace urgente la participación más activa de instituciones no contaminadas. Los países más pobres han de rescatar los organismos regionales de las influencias de los siempre poderosos y ponerlos a disposición de los verdaderos intereses de su región. Sin duda para esto se tendrá que crear mecanismos que impidan que clases gobernantes o políticos, puedan poner los intereses regionales a expensa de fuerzas foráneas. Sería interesante ver al grupo de los no alineados jugar un papel más active en estos conflictos donde la ONU y el Consejo de seguridad han demostrado incapacidad.
En cada región, ya es hora que se creen cadenas noticiosas que estén alejadas de los intereses de las grandes potencias y de las agencias ya institucionalizadas y manipuladoras de opiniones. La independencia de nuestros pueblos y países exige la comprensión de nuestras realidades desde nuestras ópticas. Mientras nuestros elementos y criterios de juicios continúen siendo los que nuestros eternos explotadores nos han dictado, nunca dejaremos de ser copias de lo que ellos decidan. ¡Aprendamos a escribir nuestra historia, rescatemos nuestra cultura, acudamos a ese bagaje histórico que hizo de cada uno de nosotros un pueblo diferente!

TERMINALES TRANSPORTE PUBLICO: AMENAZA A LA SALUD Y EL PUDOR

TERMINALES TRANSPORTE PUBLICO: AMENAZA A LA SALUD Y EL PUDOR
Por doquier que pasa el transeúnte dominicano y encuentra en su camino terminales de rutas de transporte, el hedor a urea delatara el lugar muchos metros antes de llegar. Este es uno de los muchos males, intrínseco al sector al sector transporte. La improvisación con que estas surgen y la poca entereza de las autoridades en organizar el sector, es una seria amenaza a la salud pública, el pudor y las buenas costumbres.
La concentración de muchos hombres, con los más bajos niveles educativos y todos tipos de malas costumbres, en lugares sin ningunas condiciones, crea problemas. Muchos de aquellos señores, sacan sus miembros y se orinan, sin miramiento, en cualquier lugar. Allí son comunes las expresiones más groseras que se puedan escuchar; los juegos de manos, conducen a serias peleas; suelen coincidir descuidistas, ladrones y atracadores. En esos lugares y sus alrededores, se puede apreciar en toda su dimensión la degradación que tiene esta sociedad.
Esperando que se llene el vehículo, igual que muchos, hemos escuchado en sus conversaciones la apreciación que tienen sobre el pasajero. Para ellos, los que estamos obligados a montarnos en sus medios de transporte somos unos animales. Sin duda, como tales nos tratan. No existen, para ellos, normas de higiene que les podamos exigir. Los usuarios con nuestras manos y vestuarios, de una u otra forma les limpiamos sus fuentes de sustento.
Las situaciones que tienen que soportar los ciudadanos en las terminales de rutas del transporte son muchas. Las ofensas hacia ellos son variadas y generan menos conflictos ya que los agredidos, las mayorías de las veces, logran o les hacen comprender, que es con lúmpenes que se esta tratando. Sin duda estos no tienen que perder y con este cuento tienen aterrorizados a quienes los mantienen. Las autoridades lo saben.
El sector transporte, ha sido durante muchos años, el mas solido espacio de oportunidad a los jóvenes. Aquellos muchachos que de una u otra forma han sido rechazados por la sociedad han encontrado cabida en este sector. Tal vez como castigo a una población que no ha sabido protestar o no ha visto su futuro reflejado en el porvenir de sus hijos, nos lo colocan como trago amargo. Las acciones, irrespeto, malos tratos e imposiciones que día tras día nos llegan desde los transportistas, son parte de lo que hemos contribuido a que se deforme entre nosotros.
Aunque les llegan algunos problemas colaterales del transporte, nuestros dirigentes y sus familias, están ajenos a las situaciones de las terminales de rutas. ¡Qué bueno para ellos y los dirigentes transportistas parásitos de lúmpenes, ya que si fueran afectados tuvieran el dolor de cabeza de tener que corregir un problema que, les deja beneficios políticos y económicos! Se haría irresistible para gobiernos comprometidos con el desorden, de Buena a primera, tratar de llevar orden a un sector que su costumbre es “hacer lo que le venga en gana”.
Tenemos conocimientos de que no es poco el dinero que los transportistas pagan por el derecho a operar en las rutas. Es difícil entender que parte de ese dinero no se los devuelvan en facilidades mínimas, como debes, en un local donde puedan realizar sus necesidades inmediatas, o al menos alquilar baños ambulatorios. La idea es, fuñir los pasajeros con las groserías, la hediondez y los focos de hacinamiento distribuidos por doquier. Esto no debe seguir así. ¡Debemos aprender a pensar, a sentir y a actuar como una sociedad!
La organización del transporte es uno de los grandes problemas que hemos de enfrentar. Este problema, aunque beneficia a dos o tres, nos hace perder muchos recursos, vida y, retrasa las posibilidades de desarrollo del país y hace más precarias el poder adquisitivo de los sueldos y los presupuestos familiares. Vivimos como si no nos enteráramos de esto. Antes las dificultades que tenemos que enfrentar con los que comandan el transporte, cada cual aspira y busca resolver su problema comprando su carro.
Si bien el sector transporte trabaja acorde con los principios de ser un servicio privado, este debe ser regulado. No es posible que ellos decidan donde poner sus terminales y quelas autoridades se los permitan. Ya es hora de que se le ponga coto a todas las vagabunderías que allí se suscitan. De una u otra forma, los ayuntamientos deben velar por dar un curso de servicios al cliente a choferes y cobradores que les permita operar en el territorio de los cabildos. Las relaciones y la higiene en las terminales deben estar normadas por reglas que vengan desde los ayuntamientos. Debemos empezar a incorporar a los individuos de este sector al respeto de sus clientes.

DESTINO POR LA ACTUAL SITUACION EN QUE VIVE EL PAÍS

DESTINO POR LA ACTUAL SITUACION EN QUE VIVE EL PAÍS

En nuestro país, actuar conforme al código de ética que nos ensenaron nuestros padres es un pecado. Lo normal, esperado, son las actitudesegoístas. Los más débiles y vulnerables han hecho suyos el apoyo, cuando no se ven afectados en el momento, a las malas prácticas desde el gobierno y otros sectores de poder.
Nos llega a la memoria la expression burlesca “voten memorables”. Llega por igual a nosotros el ya olvidado esfuerzo del individuo que trató de dotar de acta de nacimiento a muchos que carecen de ella. Del susodicho, recordamos su obra-la misma que trató de realizar el padre Chuco en Cutupú, La Vega-, más no su nombre. Aquellos que fueron a la Junta Central Electoral a servirse, buscaron la forma de sacarlo. ¡Primó una vez más la mediocridad! El trabajo que el comenzó se perdió en ese abismo que ensombrece todas las acciones que pueden favorecer a los mas pobres.
A todos los niveles de la sociedad se presenta la situación arriba mencionada. La dignidad, vale menos que nada. La desesperanza de muchos que no ven perspectivas en esta sociedad de castas, los conduce al homicidio. La mayoría vivimos apáticos, indiferentes, idiotizados, “perinde ac cadaver”(igual que un cadáver), ante la situación que nos ha tocado vivir. Con facilidad pasmosa encontramos palabras para reprimir o contradecir a quien protesta. Todo lo contrario cuando se trata de apoyar causas Justas.
Nunca vivimos una tirania más totalizante y opresora. Diferente a las que nos han enseñado, ésta es pérfida, ya que ha logrado castrar las más íntimas voluntades de los ciudadanos. Los tiene autómatas, olvidados de si mismos, de su futuro, convertidos en simples consumidores; enemigos unos de otros. Sin más dios que el pensamiento del dinero que le crea el deslumbre de un medio plastico y fantoche.
La cimiente de la dominicanidad cada vez es más débil. Los usurpadores, los que han hecho de las aberraciones electorales un instrumento justificador de su permanencia en el poder, nos han “requete vendido”. Se aprovechan de nuestra cultura oral y de la manipulacion de los limitados medios a que la mayoría acudimos, para minar nuestras creencias, coartar el acceso a nuestras manifestaciones culturales e institucionalizar expresiones que nos son ajenas. ¿Qué podemos esperar de quienes aun gobernandonos aqui, tienen sus mentes allá?
Mientras a la juventud se le tiene embobada, viviendo una realidad que le he ajena, cada vez le estrechan las posibilidades de estudio, trabajo y progreso. La tiran a las calles. Luego, ante sus reacciones proceden a matarla en los mal llamados “intercambios de disparos”. Para estos genocidios, no hay leyes. Divididos, como andamos, no somos capaces de unirnos y exigir freno a esta barbarie que se prolonga en el tiempo.
Algo que no es precisamente libertad, y que nos he vendida como tal, se ha adueñado de nuestras vidas. El término democracia es una palabra vacía que, viniendo impuesta, trae consigo muertes, desprecio a las expresiones nacionales y locales, egoísmo, división social y familiar y la pérdida de los valores propios. Los sustentadores de ésta, al tener pleno control de los medios de información, manipulan los pensares de quienes han hecho, en nuestros países, el ser y hacer esclavos su modus vivendi. De allí, pasa a nosotros.
Más que nunca apremia tener plena conciencia nacional. Retomar el pensamiento y las acciones de Duarte, los demás trinitarios y muchos otros que dieron lo mejor de sí para la construcción de nuestra nacionalidad, es un deber. Como nunca, los enemigos de la patria se agrupan, sintiéndose con todo el poder y sin amenazas y ofrecIenDO en bandeja de plata nuestro territorio a quienes siempre han fungidos como los principales enemigo de nuestra existencia. ¡Qué pena que nuestra juventud no se interese en su historia, cultura e idiosincracia! ¡Terminaremos de la forma más ruin, sin cultura e identidad; con el país vendido, y como pueblo rechazado, por nuestro actual conformismo, desidia y arribismo!