martes, agosto 11, 2009

APERTURA AÑO ESCOLAR

APERTURA AÑO ESCOLAR

Comienza un nuevo año escolar. Aunque surge con las vicisitudes de siempre, trae la agradable novedad de una pequeña, pequeñísima esperanza. La nueva administración de la cartera educativa da señales que desea que se haga un trabajo más honesto.

Los afectados con las medidas adoptadas, tras el fraude en las pruebas nacionales, talvez ya aprendieron. Ahora falta tomar las medidas correctivas, para frenar las innumerables irregularidades que merman la calidad de la educación en nuestro país. Este es un reto que hemos de enfrentar sin vacilación.

Debemos retomar el sistema, pensar a partir de este en nuestro futuro. Dejemos atrás las señales que imponen la masificación de la promoción en detrimento de la calidad y el esfuerzo de escolares y profesores.

El precio de los uniformes y los útiles escolares además de amenazar cada año la estabilidad económica de los hogares, se convierte en amenaza al porvenir nacional. El negocio descarado entre editores y colegios, con el cambio de los libros de textos con tal regularidad desvirtúa todo el proceso hacia el cual se encamina. Las portadas de los cuadernos con sus voluptuosidades constituyen elementos distractores del aprendizaje. Estos elementos más el dinero diario de pasaje, les cierran las oportunidades de estudio a los hijos de los más pobres. ¡A esto hay que ponerle atención!

No es posible la valoración de la escuela, por parte del alumnado, con tantas oportunidades de exámenes. Con pena vemos como muchos van a unos tras otras pruebas, sin conocer siquiera el horario. Al salir de estas, celebran lo mal que les fue y el que tienen otras oportunidades. En los últimos años los exámenes se han convertidos en instrumentos de conflictos entre los agentes educativos. El rol que estos deben jugar cada vez se aleja ante una realidad que los cuestiona.

Se ha impuesto la ley y se insiste mucho en que se asiente en los registros de cursos una calificación mínima. En media, por el solo hecho de asistir a la escuela, se exige poner sesenta puntos. Para aprobar las materias el escolar lo hace con setenta puntos. Esta diferencia de diez puntos, genera muchas dificultades en el seno escolar. Impone una cultura del poco o ningún esfuerzo para la aprobación de las materias que se cursan. Aquellos que son alumnos, en el proceso, son burlados y vejados por la mayoría escolares.

A la práctica educativa cada vez se le suman otras dificultades. La cantidad de niñas y adolescentes embarazadas en las aulas se incrementa como la verdolaga después de la lluvia. La actitud de estas frente a los procesos que enfrenta, a sus otras compañeras y autoridades, es cuestión a estudiar. ¡Estas, cuando les conviene son niñas, cuando no...vaya usted a ver!

No es secreto que la gravedad del sistema educativo está en la poca atención de los padres a sus hijos y en la insistencia en el nivel inicial de pasar a los niños sin los conocimientos que exigen cada curso. Después de ser promovidos los primeros cursos, estos se acostumbran y al profesor que les exige, los culpan, les crean crisis. ¡Padres autoridades escolares y educativas participan de esta barbaridad!


Algunas materias del viejo currículo hacen falta rescatarlas. La educación para el hogar, la artística y la agricultura, harían tremendas contribuciones. La hora club, sería como lo fue, el momento en que en realidad se expresaría la democracia en nuestra escuela. Este como siempre representaría el espacio de desarrollo de los intereses individuales de los agentes educativos.

Una de las grandes tareas en educación es despolitizar el sistema. Es bien sabido que el deterioro que este ha sufrido es proporcional a la entrada del juego político a las escuelas. Este “tirijala” a lo interno de los centros educativos impide el desarrollo de la clase magisterial y las luchas reivindicativas de este sector. Tener al magisterio internamente enfrentado, con varias tandas para poder sobrevivir, ha sido una de las principales estrategias de los partidos gobernantes para tener a esta sociedad en el oscurantismo. ¡Hay que crear un ambiente donde el educador se sienta cómodo!

Sin credibilidad en sus educadores la sociedad no puede avanzar. Es de muy mal gusto la campaña que tienen algunos llamados notables, en contra del magisterio. La escuela debe jugar un rol más estrecho con la comunidad en el cual se encuentra. Igual que otras instituciones esta debe velar por la higiene y el medio ambiente.

A los educandos hay que inculcarles el amor a su patria de forma teórica y práctica. En la práctica hay que comprometerle con la conservación de su entorno. Primero hay que enseñarle a cuidar el mobiliario de su aula y escuela, a mantener limpia su aula, limpiar el patio y el entorno de la escuela. Hay que, además de los conocimientos, hacerle ver que el amor a lo propio entra por el cuidado que damos a lo que nos pertenece. ¡Hace falta una mayor orientación en torno a la utilización de las Tics a maestros y alumnos!

Gerson de la Rosa